Somos un programa de entrenamiento físico multideportivo y disciplina tipo militar adaptado para niños y niñas de diferentes edades. Los participantes viven la disciplina, el respeto, la obediencia, el esfuerzo y el logro de metas. Al incorporar estos valores en cada sesión de entrenamiento, los participantes los internalizan y los ponen en práctica en todos los aspectos de su vida. Esto les permite destacarse por su conducta ejemplar y su buen comportamiento, al mismo tiempo que potencian su eficiencia y rendimiento en diversas áreas.
Inscripciones abiertas, se pueden incorporar.en cualquier momento al programa de acondicionamiento físico tipo militar adaptado para niños y niñas de 6 a 13 años y circuitos de obstáculos
La idea nace a principios de 2015 al detectar las necesidades del entorno de nuestra colonia.
Se realiza la primer convocatoria con participantes de diferentes colonias.
El 02 de Julio de 2019 se registra ante el IMPI la marca de “La pista del Infante”.
Actualmente contamos con una comunidad activa de aproximadamente 350 niños y niñas registrados por mes, tenemos integrados en operación 2 circuitos con obstáculos y redes sociales.
Nace el modelo Franquicia siendo un Centro de Entrenamiento de Acondicionamiento físico y disciplina tipo militar para maximizar la fuerza física y mental para niño, niñas y adolescentes.
Formar un grupo de ÉLITE dentro del núcleo de desarrollo de los menores, centrándonos en mantenerlos en un régimen de orden y disciplina, ofreciendo entrenamiento de calidad, donde se les proporcionen las herramientas necesarias para que desarrollen un sistema de formación integral con valores cívicos, éticos y deportivos, respaldados en los conocimientos y experiencia de sus instructores.
La pista es el resultado obtenido de las habilidades adquiridas después del entrenamiento.
El trabajo en equipo se vuelve parte fundamental de su personalidad.
Se observa fácilmente el desarrollo neuro muscular, el reforzamiento del equilibrio y de la coordinación motriz.
El fortalecimiento de valores como el respeto, integridad, equidad, honor, valor y espíritu de cuerpo, promoviendo una cultura de paz y no violencia.
El menor aprende a medir riesgos y obtiene seguridad plena en lo que hace.
La rutina del día a día se convierte en simplicidad de procesos.